Aunque muchos piensan que los gatos no necesitan baños porque se acicalan solos, esto no siempre aplica. Si tu michi es mayor, tiene problemas de salud o simplemente no es muy fan de limpiarse, el baño puede ser necesario. Pero ojo: no solo se trata de bañarlo, también hay que secarlo bien para evitar que se enfríe o se enferme.
Aquí te dejamos una guía paso a paso para secar adecuadamente a tu gato después del baño, sin estrés (o al menos con el mínimo posible).
Antes del baño: prepárate para el secado
Antes de mojarlo, ten a la mano toallas limpias y suaves, de preferencia viejitas, por si se pone rudo. Si tu gato es pequeño, el lavabo es mejor opción que la bañera: menos agua y más control.
5 pasos para secar a tu gato sin drama

1. Ten una toalla lista junto al lavabo
En cuanto termines el baño, pon a tu gato sobre la toalla. Esto evitará que corra por la casa mojado y frío. Los gatos de pelo largo necesitarán más ayuda porque su pelaje retiene más agua, como señala Hepper.
2. Cúbrelo y abrázalo
Envuélvelo como burrito y mantenlo calientito. Los gatos no están hechos para estar mojados, y si se enfrían pueden desarrollar hipotermia.
3. Siéntate con él y dale calma
Tu gato estará asustado o incómodo, así que quédate cerca. Tu tranquilidad lo ayudará a relajarse.
4. Seca con presión, no con fricción
Presiona suavemente la toalla contra su pelaje para absorber el agua. No lo frotes, porque podrías enredarle el pelo o irritarle la piel.
5. Llévalo a un cuarto cálido y tranquilo
Evita usar secadora, ya que el ruido puede asustarlo. Mejor, ponle una cobija suave y deja que se termine de secar al natural.
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Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.