Cada día, miles de gatos viven en las calles sin un hogar, alimento fijo ni atención médica. Aunque muchos son independientes, eso no significa que no necesiten ayuda. Saber qué hacer cuando te encuentras con un gatito callejero puede marcar la diferencia entre la supervivencia y el abandono.
Observa antes de actuar
Lo primero que debes hacer es observar. Si es un gatito muy pequeño, tal vez su madre esté cerca. Si parece sano, limpio y bien alimentado, podría ser parte de una colonia cuidada o un gato con dueño que sale de casa. En cambio, si está sucio, delgado o herido, es momento de intervenir.

El sitio Purina UK sugiere que “antes de acercarte a un gato callejero, es importante determinar si es realmente un animal sin hogar o un gato extraviado. Los gatos ferales suelen evitar el contacto humano, mientras que los extraviados pueden ser sociables”.
¿Qué puedes hacer?
- Acércate con calma: usa una voz suave y evita movimientos bruscos.
- Ofrécele agua y comida: sin acercarlo demasiado a zonas ruidosas o peligrosas.
- Revisa si tiene collar o placa: podría estar perdido.
- Llévalo a un veterinario: si lo puedes atrapar, que lo revise un especialista y verifique si tiene chip.
- Difunde su imagen: en redes, grupos vecinales o con carteles físicos por la zona.
- Contacta a un refugio o rescatista local si no puedes quedarte con él.
¿Y si es un gato feral?
Los gatos ferales (nacidos y criados en la calle sin contacto humano) no siempre pueden ser adoptados, pero sí pueden recibir ayuda a través de programas de captura, esterilización y retorno (CER). Esto evita que la población crezca y mejora la salud de las colonias.
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Si decides cuidar a un gato de la calle de forma permanente, prepárate para una adaptación lenta, visitas al veterinario y mucha paciencia. Pero el amor que recibirás a cambio vale cada esfuerzo.
Recuerda que ayudar no siempre significa adoptar. Ofrecer comida, atención médica o contactar a las personas correctas también es una forma de marcar una gran diferencia.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.