Vivir con un Shih Tzu es como tener un peluche con personalidad en casa: son pequeños, tiernos y siempre tienen una mirada que derrite corazones. Pero, como todo en la vida, tener uno no es solo dulzura y mimos. Aquí te contamos lo mejor de tener un Shih Tzu y también lo que nadie te dice hasta que ya estás enamorado.
Lo bueno: compañía de bolsillo y buen humor
Los Shih Tzu son perros de compañía por excelencia. No necesitan correr maratones ni jugar durante horas, lo que los hace perfectos para departamentos o personas con un estilo de vida más tranquilo. Según el American Kennel Club (AKC), esta raza es conocida por su carácter dulce, confiado y cariñoso. Les encanta estar con sus humanos, seguirte por la casa y acurrucarse contigo en el sillón.
Además, no son ladradores compulsivos, y eso siempre es un punto a favor cuando vives en espacios reducidos o con vecinos sensibles.

Lo tierno: su look y personalidad
Con ese rostro achatado, ojos grandes y pelito de seda, el Shih Tzu parece un eterno cachorro. Además, tienen una expresión que parece entenderlo todo (aunque a veces no entiendan nada). Su personalidad juguetona y tranquila los hace muy buenos con niños y adultos mayores. También se llevan bien con otros perros si están bien socializados.
Lo que nadie dice: su mantenimiento es real
Aunque no mudan tanto pelo como otras razas, su manto largo y fino requiere cepillados frecuentes y baños constantes. Si no tienes tiempo para eso, muchos tutores optan por mantenerlos con corte "puppy" todo el año, lo cual es más práctico pero también requiere visitas frecuentes a la estética canina.
Además, su carita chata los hace propensos a problemas respiratorios, como el síndrome braquicefálico. Según un estudio publicado en Veterinary Surgery, estos perros pueden tener dificultades para respirar bien, sobre todo con calor o ejercicio excesivo.
Tampoco es raro que sufran de problemas oculares por sus ojos saltones o de infecciones en el oído por su forma caída. Nada que no se pueda manejar con visitas regulares al veterinario, pero sí es algo que hay que tener en cuenta.
¿Entonces, vale la pena?
Totalmente, si sabes a lo que vas. Un Shih Tzu puede darte años de compañía, cariño y momentos de risa. Pero no es un peluche decorativo: es un perro que necesita cuidados, atención y mucho amor.
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Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.