Cuando tu perro se enferma, lo llevas al veterinario. Es lo más lógico. Pero ¿sabías que también deberías llevarlo aunque parezca estar completamente sano? Las revisiones anuales no solo son importantes, son clave para que tu cachorro crezca fuerte, feliz y con una salud de hierro.
Durante su primer año de vida, los cachorros pasan por muchos cambios: crecen rápido, desarrollan su sistema inmune y aprenden a convivir contigo y con su entorno. Justo por eso es vital que el veterinario los revise con regularidad desde pequeños. Una revisión completa al menos una vez al año permite detectar cualquier cambio sospechoso a tiempo, incluso antes de que aparezcan síntomas evidentes, como bien lo menciona Purina.
¿Qué se revisa en una consulta general?

En una revisión anual, el veterinario no solo se enfoca en “si algo anda mal”. Evalúa todo: escucha el corazón y los pulmones, revisa la piel, el pelaje, los oídos y los ojos, palpa el abdomen para asegurarse de que no haya masas o molestias, e incluso revisa el microchip. Además, te ayudará a mantener al día su calendario de vacunación, desparasitación y control de peso.
Las vacunas, al día
Un punto clave de estas visitas es asegurarte de que tu cachorro esté protegido contra enfermedades comunes y peligrosas, como moquillo, parvovirus o rabia. Las vacunas no solo lo protegen a él, también a los demás animales y a ti. Recuerda que muchas enfermedades se pueden prevenir, pero no siempre se pueden curar fácilmente.
El peso sí importa
¿Sabías que el sobrepeso en perros puede acortar su esperanza de vida? Aunque tu cachorro se vea “gordito y tierno”, el exceso de peso puede provocarle problemas en las articulaciones, el corazón o incluso diabetes. En cada revisión, el veterinario podrá decirte si va en buen camino o si necesitas hacer ajustes en su alimentación.
Revisión dental y emocional
El estado de sus dientes también dice mucho sobre su salud. Un veterinario puede detectar sarro, encías inflamadas o infecciones que podrían pasar desapercibidas. Además, estas visitas sirven para revisar su comportamiento. Si notas que tu cachorro está muy ansioso, agresivo o asustadizo, el veterinario puede orientarte para corregirlo a tiempo.
Esterilización y otras decisiones importantes
Si aún no decides si quieres que tu cachorro tenga crías, la revisión anual también es un buen momento para hablar de esterilización. Esta decisión puede traer beneficios tanto para su salud como para su comportamiento, además de ayudar a controlar la población de animales callejeros.
Menos estrés para tu perro
Una ventaja poco mencionada de llevarlo seguido al veterinario es que tu cachorro se acostumbra a la clínica. Si solo lo llevas cuando se siente mal, lo asociará con momentos incómodos o dolorosos. Pero si va regularmente, aunque sea solo a saludar o por chequeo, la experiencia será mucho menos estresante para él.
Tener un perro es una responsabilidad enorme, y parte de cuidarlo bien incluye darle atención médica preventiva. Llevar a tu cachorro a revisiones anuales es una forma sencilla de asegurarte de que todo va bien o de detectar a tiempo cualquier problema que pueda complicarse en el futuro.
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Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.