La diabetes es una enfermedad que afecta a humanos, perros y gatos, pero… de forma diferente. En Patas en Casa hablaremos cómo afecta esta condición en los peludos.
Lo primero que debes saber es que la diabetes afecta aproximadamente al 1% de los perros y al 2% de los gatos.
María Sánchez, especialista en endocrinología veterinaria, explica que "mientras los perros típicamente desarrollan diabetes Tipo 1, similar a la humana, los gatos suelen desarrollar diabetes Tipo 2".
Así se presenta la diabetes en perros:
Los primeros signos suelen ser sed excesiva y aumento en la frecuencia de orinar, afectando al 95% de los casos. Las investigaciones muestran que estos síntomas aparecen de forma más abrupta en perros que en gatos.

Así se presenta la diabetes en gatos:
Sarah Thompson, especialista en medicina felina, indica que "la pérdida de peso a pesar de mantener o aumentar el apetito es frecuentemente el primer signo notable". Un estudio del Centro de Investigación Felina reveló que el 80% de los gatos diabéticos muestra este patrón antes que otros síntomas.
Un detalle que debes saber es que los gatos diabéticos pueden mantener su actividad normal por más tiempo, mientras que los perros suelen mostrar letargo más temprano. Las estadísticas indican que el 70% de los perros diabéticos muestran disminución de energía en etapas tempranas.
Los gatos tienen mayor probabilidad de remisión si se diagnostican y tratan tempranamente. Los estudios muestran tasas de remisión del 30-50% en gatos, mientras que en perros es extremadamente rara.
Las complicaciones también difieren. Los perros son más propensos a desarrollar cataratas diabéticas, afectando al 75% de los casos no tratados, mientras que en gatos es menos común.
Un diagnóstico temprano es crucial para ambas especies. Las pruebas de sangre y orina son esenciales para confirmar la enfermedad, y los síntomas comunes como polidipsia (sed excesiva), poliuria (orinar frecuentemente), polifagia (aumento del apetito) y pérdida de peso deben ser investigados inmediatamente en ambas especies.
Antes de darle algo para “curarlo”, por favor, acude con un veterinario para que te dé el tratamiento correcto y la nueva alimentación que debe ingerir para mejorar su calidad de vida.
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Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.