Si convives con un gato, seguro ya notaste que le encanta maullarte, sobre todo cuando tiene hambre, quiere atención o simplemente se aburrió. Pero, ¿te has fijado que casi no maúllan entre ellos? No es coincidencia: según el médico veterinario Jorge N. Rivas, para el diario Infobae, el maullido es un lenguaje que los gatos han desarrollado casi exclusivamente, ¡para comunicarse con nosotros, los humanos!
¿Maullar es natural en los gatos?
Sí y no. Los gatos, en estado salvaje o entre ellos, no se comunican principalmente con sonidos. Prefieren los olores y el lenguaje corporal. Se saludan frotándose, marcan territorio con feromonas y se entienden con movimientos sutiles del cuerpo, como la posición de la cola, las orejas o el lomo.
Entonces, ¿cuándo sí maúllan naturalmente? Solo durante la etapa de lactancia. Los gatitos maúllan a su mamá para pedirle comida, calor o cuidados. Ese maullido entrañable es la forma en que llaman su atención y curiosamente, ese mismo patrón de comunicación lo adaptan más adelante para nosotros, sus humanos adoptivos.
¿Por qué nos maúllan a nosotros?
Como explica el doctor Rivas, cuando los gatos crecen, prácticamente dejan de maullarse entre ellos. Pero descubren que, si le maúllan a un humano, obtienen atención, comida o lo que necesitan. ¡Y vaya que lo saben hacer bien!
De hecho, estudios científicos han demostrado que los gatos han afinado sus maullidos para que los entendamos mejor. Algunos expertos incluso sugieren que sus vocalizaciones están diseñadas para sonar más urgentes o tiernas, dependiendo de lo que quieran conseguir. Básicamente, nos manipulan… pero con estilo.
¿Nos entienden o nosotros los entendemos?
Ambos. Un estudio hecho con tutores de gatos demostró que cuanto más tiempo pasamos con ellos, más fácil nos resulta entender qué significa cada tipo de maullido. Muchos pueden identificar si su gato tiene hambre, quiere jugar o si simplemente está aburrido, solo con escucharlo.
Eso sí, el maullido no lo es todo. Para entender realmente a tu gato, lo ideal es sumar otras pistas como el contexto (¿está frente a la puerta?, ¿cerca del arenero sucio?), el momento del día y su lenguaje corporal. Así, puedes adivinar con bastante precisión qué es lo que quiere decirte tu minino.
Los gatos maúllan más a nosotros que a otros gatos porque, básicamente, nos consideran su figura de cuidado y saben que funciona.
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Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.
