Si has notado que tu gato está comiendo menos o ha perdido peso durante los días calurosos, es normal que te preocupes. Aunque en algunos casos esta conducta puede estar relacionada con el clima, no siempre es algo inofensivo. Aquí te contamos por qué puede pasar esto y cuándo es momento de acudir con el veterinario.
¿Los gatos comen menos cuando hace calor?
Sí, es completamente normal que los gatos coman un poco menos durante los meses más cálidos del año, de acuerdo con Bella Duke. De hecho, estudios han demostrado que los gatos tienden a reducir su ingesta de alimento en verano, hasta en un 15 % comparado con el invierno. Esto se debe a varios factores, pero principalmente a que, con el calor, disminuye su nivel de actividad. Al no moverse tanto, tampoco necesitan tantas calorías para mantenerse.
Además, cuando la temperatura sube, el cuerpo de los gatos no tiene que trabajar tanto para mantenerse caliente, por lo que su metabolismo puede volverse un poco más lento. Todo esto hace que su apetito disminuya de forma temporal.

¿Hasta qué punto es normal?
Que tu gato baje ligeramente de peso en verano podría no ser motivo de alarma, especialmente si sigue activo, juguetón y se hidrata bien. Sin embargo, si deja de comer por completo por más de 24 a 48 horas, o notas una pérdida de peso rápida y significativa, es momento de prestarle atención. Podría ser señal de un problema de salud.
Otras causas por las que tu gato podría estar bajando de peso
Aunque el calor puede ser una causa natural de pérdida de apetito, hay muchas otras razones por las que un gato pierde peso, y no todas son inofensivas. Estas son algunas de las más comunes, de acuerdo con Purina:
1. Hipertiroidismo
Es frecuente en gatos mayores. Esta enfermedad hace que el metabolismo del gato se acelere, lo que provoca una pérdida de peso rápida, incluso aunque coma más de lo normal. También puedes notar que bebe más agua y usa más su arenero.
2. Diabetes felina
Esta condición afecta la forma en la que el cuerpo procesa el azúcar. Puede causar pérdida o aumento de peso, cambios en el apetito, mucha sed y orina frecuente. Es una enfermedad seria que requiere tratamiento.
3. Problemas gastrointestinales
Desde inflamaciones intestinales hasta enfermedades como la pancreatitis o ciertos tipos de cáncer, los problemas digestivos pueden hacer que tu gato pierda el apetito o no absorba bien los nutrientes.
4. Problemas dentales
El dolor en los dientes o encías puede hacer que tu gato deje de comer. Si notas que mastica de lado, babea, tiene mal aliento o prefiere comida blanda, puede haber un problema en su boca.
5. Enfermedad renal
Es común en gatos mayores. Entre los síntomas más evidentes están la pérdida de peso, falta de apetito, aumento en la sed y la orina, y letargo. Cuanto antes se detecte, mejor se puede manejar.
6. Parásitos intestinales
Las lombrices pueden afectar el peso de tu gato, además de provocarle diarrea, vómito o inflamación abdominal. Incluso si vive dentro de casa, es importante desparasitarlo regularmente.
¿Cuándo acudir al veterinario?
Si tu gato ha bajado de peso sin explicación clara, si no come como antes o presenta otros síntomas como vómito, diarrea, cambios en la conducta o aspecto del pelaje, es momento de consultar al veterinario. El especialista podrá revisar su historial, hacer un examen físico y determinar si hay un problema subyacente que tratar.
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Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.