Si ves una foto de Gyra, como le dicen algunos al gato patinegro (Felis nigripes), seguro vas a querer abrazarlo. Tiene carita tierna, cuerpo chiquito y pelaje manchado como el de un leopardo. Pero ojo: aunque parezca un minino inofensivo, es uno de los felinos más mortales del planeta.
Este pequeño depredador originario del sur de África es tan eficiente cazando, que tiene la tasa de éxito más alta entre todos los gatos salvajes, superando incluso a leones y tigres. Se estima que atrapa a casi el 60% de sus presas, de acuerdo con datos de La Vanguardia. Vive en lugares como Botsuana, Namibia, Sudáfrica y el sur de Angola, donde se mueve casi siempre de noche, cuando sale a buscar aves, reptiles y mamíferos pequeños para alimentarse.
Durante el día se esconde en madrigueras para evitar el calor del desierto. No es raro que nadie lo vea durante semanas, porque además de ser nocturno, es muy sigiloso y solitario. Y aunque parezca que maullaría como un gato doméstico, suena más como un león en miniatura, con rugidos roncos que imponen respeto.
Pesa entre 1.5 y 2.5 kilos, siendo los machos un poco más grandes que las hembras. Su nombre viene del color oscuro de sus patas, que contrasta con el resto de su cuerpo en tonos arena con manchas oscuras. Su camuflaje es tan efectivo, que incluso los expertos tienen problemas para estudiarlo en su hábitat natural.
¿Por qué está en peligro?
Aunque es un cazador increíble, el gato patinegro está clasificado como especie “vulnerable” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Esto significa que su población está disminuyendo a un ritmo preocupante.
Las principales amenazas que enfrenta son la pérdida de su hábitat por la expansión agrícola, la deforestación y el cambio climático. También es común que caiga en trampas o sea envenenado por error, ya que suele alimentarse de las mismas presas que otros depredadores más grandes, como chacales o zorros, a los que los humanos intentan controlar.
Hoy en día, hay esfuerzos para protegerlo, como la instalación de cámaras trampa y programas de conservación, pero todavía queda mucho por hacer para asegurar su supervivencia.
También te puede interesar: Gato caracal: el gato que siempre es confundido con un lince
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.