Las almohadillas de los perros funcionan como una especie de calzado natural: les permiten caminar, correr y explorar sin lastimarse. Aunque son resistentes, también son muy sensibles, y si no las cuidamos pueden agrietarse, quemarse o lesionarse. En Patas en Casa te contamos todo lo que necesitas saber para protegerlas y mantenerlas en buen estado.
¿Qué son exactamente las almohadillas?
Las almohadillas son esas partes acolchadas en la parte inferior de las patas de los perros. Están formadas por tejidos con depósitos de grasa que amortiguan los golpes al caminar y correr. Además, contienen glándulas sudoríparas que ayudan a regular la temperatura corporal y mantenerlas húmedas.
¿Has visto a tu perro rascar el suelo después de hacer sus necesidades? Esa es una forma de marcar territorio con el olor que liberan esas glándulas.

¿Por qué es importante cuidarlas?
Las almohadillas están en contacto directo con todo tipo de superficies: asfalto caliente, piedras, tierra, hielo, etc. Esto las vuelve propensas a grietas, heridas, quemaduras e incluso infecciones si no se les da atención.
Por ejemplo, caminar sobre pavimento caliente en verano o suelos helados en invierno puede causar lesiones graves. También pueden sufrir desgaste por exceso de ejercicio o volverse demasiado delicadas por falta de actividad.
Cómo proteger las almohadillas de tu perro
Aquí van algunos consejos prácticos para mantener las patas de tu peludo en perfecto estado, de acuerdo con Anicura:
- Hidrátalas regularmente. Puedes usar cremas especiales para mascotas o ingredientes naturales como aloe vera, aceite de coco o rosa mosqueta (previa consulta con tu veterinario).
- Evita superficies extremas. No saques a pasear a tu perro en horas de mucho calor o cuando el suelo esté congelado.
- Revisa sus patas a diario. Especialmente si viven en zonas rurales o caminan sobre terrenos irregulares.
- Mantén limpio su entorno. Esto ayuda a prevenir infecciones por bacterias u hongos.
- Considera el uso de botas. Si vas a hacer caminatas largas o si el suelo es muy abrasivo, unas botas especiales pueden prevenir lesiones.
¿Qué hacer si tu perro ya tiene una herida?
Si notas grietas, sangrado o una almohadilla "en carne viva", lo mejor es actuar rápido:
- Lava la zona con agua tibia y jabón neutro.
- Desinfecta con yodo diluido (tipo povidona yodada) o suero fisiológico.
- Recorta el pelo alrededor para evitar que se contamine.
- Aplica una pomada cicatrizante recomendada por tu veterinario.
- Cubre la herida con una venda limpia y cámbiala dos o tres veces al día.
Si la herida no mejora en unos días o ves que tu perro cojea, acude al veterinario.
Enfermedades comunes en las almohadillas
Más allá de heridas o quemaduras, existen algunas enfermedades que también pueden afectarlas:
- Hiperqueratosis plantar: La piel se engrosa, se endurece y puede agrietarse.
- Dermatitis por contacto: Ocurre cuando hay una reacción alérgica, causando enrojecimiento, sangrado o erosiones.
- Vitíligo plantar: Provoca pérdida de pigmentación, pero no representa un riesgo para la salud.
- Hongos: Pueden aparecer por exceso de humedad, bajas defensas o infecciones.
Las almohadillas son esenciales para la movilidad de tu perro y su bienestar general. Aunque puedes hacer mucho desde casa para mantenerlas sanas, si ves que algo no va bien, lo mejor siempre será consultar al veterinario.
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Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.