Los cachorros son adorables, juguetones… y también muy frágiles durante sus primeras semanas de vida. Aunque muchas personas piensan que pueden separarse de su mamá apenas abren los ojos, lo cierto es que hacerlo antes de tiempo puede traerles problemas para toda la vida.
La edad ideal para separar un perro de su madre
Según expertos en conducta animal de La Vanguardia, la edad mínima para separar a un cachorro de su madre es entre los tres y cuatro meses de vida. Puede sonar mucho si estás emocionado por llevar uno a casa, pero es un tiempo necesario para que aprenda todo lo que necesita de su mamá y hermanos: desde cómo comportarse hasta cómo comunicarse con otros perros y con humanos.
Separarlos antes de esa edad puede provocar problemas de comportamiento, dificultad para socializar, miedo excesivo, ansiedad y hasta problemas para aprender normas básicas, como hacer del baño en el lugar correcto.

Cuando la separación es demasiado pronto
Marcos Javier Ibáñez, experto en conducta canina, señala que cada vez se ven más casos de perros jóvenes con alteraciones de conducta porque fueron separados demasiado pronto. Muchos vienen de criadores que no respetan los tiempos ni el bienestar animal.
Y aquí va el dato triste pero real: hay criadores ilegales, sobre todo en el extranjero, que crían perros en masa, en jaulas, sin dejar descansar a las madres. Los cachorros son separados muy pequeños y enviados en condiciones dudosas a otros países. Lo cuenta la veterinaria Maria Pifarré, miembro del Consell de Col·legis Veterinaris de Catalunya, quien ha visto de cerca estos casos.
Por ejemplo, en España se han detectado redes ilegales que se esconden bajo la excusa de “crías en casa particular”, pero que en realidad tienen animales hacinados en pésimas condiciones.
No es solo cariño: es salud mental y emocional
Desde el destete hasta el juego con sus hermanos, todo lo que vive un cachorro en sus primeros meses moldea su carácter. Si se le priva de esa etapa, se corre el riesgo de criar un perro con miedos, inseguridades o conductas agresivas. Como dice Pifarré, “nadie mejor que su madre para enseñarle a descubrir la vida”.
Por eso, lo mejor que puedes hacer si estás pensando en tener un cachorro es adoptar a partir de los tres meses (o asegurarte de que el criador sea responsable y autorizado). Dale tiempo de aprender, jugar y crecer con su familia perruna.
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Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.