La edad de tu gatito no es pretexto para evitar darle un baño completo. Aunque sabemos que tradicionalmente se tiene la creencia de que les puede afectar considerablemente a su salud, incluso hay personas que piensas que es un riesgo mortal. ¿Qué dicen los expertos veterinarios y a los cuántos meses puedo bañar a mi gato?
¿A los cuántos meses puedo bañar a mi gato?
Bañar a un gatito pequeño que nació en casa o estás viendo crecer no es un hábito de muchísima prioridad, sucede que las mismas madres o ellos solitos se acicalan con la lengua para bañarse y retirar impurezas, por lo que bien puedes esperar unas semanas para bañarlo con agua y jabón gentil para mascotas.
Los gatitos pueden bañarse por primera vez a partir de los 2 o 3 meses de edad. La frecuencia del baño cambia en función de la raza, según sea s u tipo de pelaje largo o corto y de la temperatura ambiente, ya que en invierno se recomienda no bañarlo seguido porque podrías provocar alguna enfermedad relacionada con el estrés o el frío.
De acuerdo con la página web de Purina, los expertos recomiendan bañar a los gatos no más de cinco o seis veces al año para no dañar los aceites naturales de su piel. Un gato indoor no debe bañarse más de dos o tres veces al año porque de esta forma, mantiene mejor toda la capa protectora natural de su pelaje.
¿Por qué es importante bañar a un gatito desde pequeño?
Aunque se cree que los gatos son enemigos naturales del agua, es una verdad a medias; esto es porque muchos gatitos no han sido familiarizados con el agua desde pequeños. Entre más pronto puedas bañar a un gatito en un ambiente tranquilo, con agua tibia y hacerlo gentilmente, se acostumbrarán y conforme vaya creciendo puede que disfrute el baño o al menos que no lo odio.

Cómo bañar a un gatito bebé
- Si tu gatito tiene el pelaje largo, cepíllalo antes de mojarlo para eliminar posibles nudos en seco.
- Utiliza una tina tipo bañera para bebés y coloca en su superficie una toalla o alfombrilla de goma. Así garantizarás que tu gatito no se resbale y y pueda sentirse más seguro.
- Llena dos bañeras con agua tibia. Una será para enjuagarlo. Ten a mano el shampoo y un par de toallas.
- Introduce gentilmente al gatito en la tina y mójale el pelaje mientras lo acaricias. Evita que el agua o el champú roce la cabeza, los ojos o la boca.
- Aplícale el champú siguiendo las instrucciones de uso, y luego enjuaga a tu gatito con agua abundante de la segunda tina.
- Sácalo de la tina con suavidad y envuélvelo en la primera toalla, frotando delicadamente para absorber la humedad. Acaba de secarlo con la segunda toalla.
- Cepíllalo cuando esté completamente seco.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.