Un gato con verme es algo más común de lo que se imagina. Incluso los bichitos que viven dentro de casa no están inmunes al problema y pueden ser infectados por este tipo de parásito. La contaminación del verme de gato normalmente ocurre a partir del compartir objetos o el contacto con mascotas enfermas. Para identificar el problema y recibir el diagnóstico de un médico veterinario, el tutor debe observar las señales de que la mascota tiene vermes. Además de la diarrea, que es el síntoma más común, existen otros indicios que pueden ayudar al tutor a identificar la contaminación. ¡Mira a seguir 6 señales de gato con verme para estar atento!
1) El gato con diarrea es el síntoma más común de la contaminación por vermes
La diarrea en gatos es un síntoma que puede indicar muchas enfermedades, incluso, la presencia de vermes en el organismo. Esto ocurre porque los casos más comunes de los vermes son intestinales. Cuando los parásitos se alojan en el intestino, el gato puede, inclusive, presentar sangre en las heces. En algunos casos, los vermes pueden verse en la caca del gatito, lo que facilitará el diagnóstico. El uso de vermífugo para gato suele solucionar el problema, pero es importante estar atento a otros síntomas que pueden comprometer la salud de la mascota.
2) El gato adelgazando puede tener relación con la presencia de vermes
La pérdida de peso también es un síntoma que puede estar asociado a diversas enfermedades, incluyendo la presencia de verme. El tutor debe estar alerta, principalmente cuando el gato comienza a adelgazar repentinamente. Generalmente, el problema puede empezar a ocurrir con otros síntomas asociados, como la diarrea y el gato con falta de apetito.
3) El gato con la barriga hinchada puede indicar vermes
El abdomen hinchado en gatos también es un cuadro que puede estar asociado a la presencia de vermes en el organismo. Pero, así como otros síntomas, también pueden ocurrir en otras enfermedades, como ascitis felina, enfermedad que ocurre cuando hay una acumulación anormal de líquido en el abdomen del felino. Por eso, el diagnóstico de verme debe hacerse con la unión de algunos síntomas comunes a la contaminación.
4) El gato arrastra las nalgas en el piso: los vermes causan incomodidad en la región anal
Dependiendo de la cantidad de parásitos en el organismo, el gatito puede estar expulsando vermes con frecuencia, lo que puede hacer que intente rascarse arrastrando las nalgas por el piso. El felino aún puede intentar aliviar la picazón pasando las nalgas en muebles y otros objetos de la casa. Muchas veces, los vermes pueden ser vistos en el pelo cerca de la cola, pareciendo un grano de arroz. El comportamiento del gato arrastrando las nalgas por el piso también puede estar asociado a alergias e incomodidades momentáneas.
5) La glándula anal del gato inflamada puede ocurrir con diarrea frecuente
Las glándulas anales de los gatos están cerca de la región del ano, pero no suelen estar visibles. Sirven para secretar el líquido que ayuda a la mascota a marcar territorio. Aunque deban funcionar normalmente cuando el gato está saludable, puede ocurrir que se inflamen. Cuando el bichito tiene diarrea por muchos días y no recibe tratamiento, puede presentar problemas en la glándula anal. Por eso, en casos de vermes, un síntoma acaba llamando a otro. A pesar de parecer un problema poco complicado, no se indica ningún tipo de tratamiento casero. Lo ideal es llevar a la mascota al veterinario para que le recete la medicación más apropiada para la situación del felino.
6) El gato con verme también puede vomitar
El gato con verme también puede sufrir vómitos. Así como ocurre con la diarrea, los vómitos también pueden tener la presencia de los parásitos. Es importante analizar siempre el contenido despedido por el felino para comprobar si no tiene nada anormal. Existen varios tipos de vómito de gato y observar el líquido puede ayudar al diagnóstico.
Redacción: Hyago Bandeira