En ocasiones es casi inevitable que los gatos salgan de casa —y adquieran parásitos— por más que lo intentemos, incluso nosotros mismos podemos llevar parásitos al hogar y contagiárselos a nuestros felinos. ¡No te preocupes! En Patas en Casa te enseñamos cómo poner una pipeta para gatos.
Poner una pipeta para gatos es muy fácil, pese a que pareciera que no es nada del otro mundo, es importante saber dónde, cómo y para qué colocar adecuadamente una pipeta para gatos para procurar la salud integral de nuestros felinos.
Las pipetas suelen colocarse en la cabeza del gato para que sus principios activos se extiendan por todo su cuerpo a través de la capa grasa de la piel, así si un parásito lo pica se intoxicará. Si te preguntas por qué no se pone en el lomo al igual que en los perros, esto sucede porque la flexibilidad de los gatos les permite poder alcanzarse muchas partes de su cuerpo que ni siquiera imaginamos, y su lomo no es la excepción.
¿Cómo poner una pipeta para gatos?
- Asegúrate que sea la pipeta correcta con una prescripción por tu veterinario.
- Antes de aplicar, colócate unos guantes desechables y asegúrate que el pelaje de tu gato este seco.
- Asegúrate que tu gato esté tranquilo para que no se mueva, derrame el líquido o acueste boca arriba.
- Abre la pipeta y comienza por separar un poco de pelo la cabeza de tu gato. La pipeta va puesta directamente sobre la piel. Es muy importante aplicar el producto mientras se va abriendo o levantando el pelaje del gato, así conseguiremos que el líquido penetre lo suficiente y entre en contacto con su piel.
- Después de aplicarla, mantén a tu felino ocupado para que no se acueste boca abajo, se frote o lama el líquido para que no lo retire.
- Vigílalo hasta que el líquido esté seco para asegurarnos que no elimine el producto de su piel.
- Finalmente, recuerda no bañar a tu gato dos días antes y dos días después de la pipeta como mínimo. Pregúntale a tu veterinario
¿Qué es una pipeta y qué ventajas tiene?
Las pipetas para gatos son unas capsulitas con líquido, pero ¿qué son y para qué sirven? Se trata de un antiparasitario imprescindible, ya que protege al animal de las pulgas, garrapatas y piojos. Es muy eficaz y rápido cuando se trata de eliminar las garrapatas, pulgas y otros huéspedes no deseados.
- Son prácticas de utilizar y tienen una larga duración para repeler a los parásitos.
- Protege al animal de garrapatas, pulgas e incluso de mosquitos del tipo phiebotomus, los principales transmisores de la Leishmaniosis.
- Algunas pipetas impiden las picaduras.
En el mercado se pueden encontrar distintas pipetas divididas según el peso de los gatos, que contendrán más o menos cantidad del líquido y hacia qué tipo de parásitos están hechas.
Recuerda que no se debe bañar al felino un par de días antes y al menos 15 días después de haberle puesto la pipeta para no interferir con su distribución por el organismo y con su eficacia. Consulta con tu veterinario para cualquier indicación extra.
Sus efectos se prolongan durante varias semanas. Aproximadamente se aplica cada cuatro semanas. Sin embargo, esto también dependerá de la marca, del tipo de producto y también del estilo de vida del gato; si es un gato que no sale de casa, si sale al patio o si sale a pasear por el vecindario. Por ello, indispensable consultar a un profesional veterinario al respecto.