¿Los gatos son más limpios que los perros? ¿O quién “gana” esta duda? La realidad es que expertos y estudios señalan que los gatos dedican entre 30 y el 50% de su tiempo despiertos al acicalamiento personal, lo que equivale a unas cuatro a seis horas diarias.
Los gatos usan su lengua, la cual está cubierta de papilas filiformes que funcionan como un cepillo natural, que les ayuda a limpiar la suciedad, parásitos externos y pelo muerto. Un estudio publicado por el Instituto de Tecnología de Georgia demostró que estas papilas tienen una estructura única que permite una limpieza profunda del pelaje.

En contraste, los perros dependen más del cuidado humano para mantener su higiene, pues heredaron comportamientos de sus ancestros lobos, que priorizan otros aspectos sobre la limpieza personal.
Una investigación realizada por la Universidad de Helsinki encontró que los gatos domésticos mantienen naturalmente niveles más bajos de bacterias en su pelaje comparado con los perros, ya que utilizan su caja de arena de manera instintiva y entierran sus desechos. En cambio, los perros deben salir a parques o calles.
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Es importante resaltar que tanto perros como gatos pueden ser higiénicas, cuando reciben los cuidados adecuados. John Bradshaw, autor de "Cat Sense", enfatiza que la percepción de mayor limpieza en los gatos se debe principalmente a su comportamiento autónomo de aseo, mientras que los perros han evolucionado con diferentes prioridades sociales y comportamentales.
Otro detalle que hay que destacar es que los gatos no necesitan tantos baños como los perros que deben tomar uno cada cuatro u ocho semanas.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.