Si quieres consentir a tu perro con un alimento diferente, seguro te has preguntado si las patas de pollo son una buena opción. La verdad es que, aunque suelen ser descartadas en muchas cocinas, las patas de pollo pueden aportar varios beneficios a la salud de tu peludo. Eso sí, es importante saber cómo ofrecerlas correctamente para evitar riesgos.
Beneficios de las patas de pollo para perros
Las patas de pollo son ricas en nutrientes esenciales como vitamina A, vitamina B9, calcio, fósforo y, sobre todo, colágeno.
El colágeno es una proteína clave para la salud de las articulaciones, ya que está presente en ligamentos, tendones y cartílagos. Gracias a su alto contenido de esta proteína (alrededor del 70 %), las patas de pollo ayudan a mantener la flexibilidad y el soporte articular en los perros.
Además, las patas de pollo contienen:
- Glucosamina: un compuesto natural que favorece la reparación del cartílago.
Sulfato de condroitina: ayuda a prevenir la degradación de las articulaciones.
Esta combinación no solo fortalece las articulaciones, sino que también puede prevenir enfermedades degenerativas como la artrosis. Otro plus es que, al masticarlas, los perros limpian sus dientes de forma natural, lo que ayuda a prevenir el sarro y mantener su boca saludable.También te puede interesar: No le des huevo crudo a tu perro: estos son los riesgos
Las patas de pollo le ayudan a los perros a limpiarse los dientes.
¿Cuántas patas de pollo puede comer un perro?
Aunque son saludables, las patas de pollo deben ofrecerse con moderación.
La cantidad recomendada es una pata de pollo por cada 10 kilos de peso del perro, dos o tres veces por semana, de acuerdo con Clarín.
Siempre es importante vigilar cómo reacciona tu perro la primera vez que las prueba y, si tienes dudas específicas, consultar con un veterinario de confianza.
¿Cómo darle patas de pollo de forma segura?
Aquí es donde debes tener más cuidado, ya que no todas las presentaciones de patas de pollo son seguras para los perros.
- Patas crudas: Aunque conservan sus nutrientes intactos, la carne cruda puede contener bacterias peligrosas como salmonella, que podrían causar intoxicaciones. La congelación ayuda a disminuir riesgos, pero no elimina completamente los microorganismos.
- Patas cocidas: ¡Mucho cuidado! Cocinar las patas puede hacer que los huesos se astillen, y esas astillas pueden provocar heridas graves en la boca, garganta o intestinos de tu perro.
- Patas deshidratadas: Esta es la mejor opción. Al deshidratar las patas de pollo, se eliminan los riesgos bacterianos sin perder los nutrientes. Además, las patas deshidratadas son seguras de masticar y ayudan a mantener la dentadura limpia.
Hoy en día puedes encontrar patas de pollo deshidratadas en tiendas especializadas para mascotas, listas para ser un premio delicioso y nutritivo.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.