Si tu gata últimamente está muy cariñosa contigo y no sabes si es porque está chipil, tiene apego ansioso o está en celo; no te preocupes porque te vamos a compartir las señales para identificar si está en celo y cómo puedes ayudar a calmarla. En Patas en Casa nos hicimos la misma pregunta alguna vez y por fortuna te traemos las señales definitivas para poder identificar si tu gata está en celo.


Los felinos son animales conocidos por ser escapistas para poder ir de paseo, a reunirse con sus amigos peludos de la cuadra o para tomar aire de su agitada vida. Estas escapadas se vuelven mucho más frecuentes cuando los gastos entran en periodo de celo, pero ten cuidado de no confundirlo porque su vida sexual es muy distinta en machos y hembras.

 Los felinos machos siempre están dispuestos para aparearse, sin embargo, las hembras necesitan encontrarse en un periodo llamado ‘estro’ para poder acceder a que el gato se acerque a ella para poder aparearse. La dinámica de apareamiento es que el gato se aproxime a la hembra y esta emita una señal para aceptar la propuesta, puede ser desde un maullido con tono específico o cambiar la posición de la cola. Pero primero lo primero, cómo identificar cuando entran en celo.


Señales para identificar que tu gata está en celo

  • Su naturaleza es de animales solitarios, lo que vuelve muy evidente cuando tratan de llamar la atención del sexo opuesto.
  • Hembras y machos comienzan a maullar en tono fuerte y persistente.
  • Las hembras se frotan de forma más cariñosa de lo habitual contra su tutor y otros felinos.
  • La señal más notoria es la de revolcarse y pararse en posición de cópula con la columna curvada y la cola extendida hacia los lados, dejando al descubierto la vulva.

El primer celo suele ocurrir entre los 8 y 10 meses de vida, que es cuando las gatas alcanzan la pubertad. Algunos factores pueden influir en el primer celo, como: la necesidad de la hembra de alcanzar un peso mínimo, la convivencia con gatos machos, la exposición a la luz solar y la raza. Las razas de pelo corto alcanzan la pubertad antes que las de pelo largo.

El celo de las hembras se divide en las siguientes etapas:

  1. Proestro: dura 1 o 2 días, es cuando comienzan los cambios comportamentales y físicos de la gata en estro, aunque sean muy sutiles
  2. Estro: puede durar de 4 a 6 días o hasta 14 días si no lo hay. Esta es la fase más evidente del estro y la gata ya está totalmente lista para aparearse.
  3. Interestro: tiene duración de aproximadamente 6 días, y ocurre cuando no hay ningún tipo de fecundación.
  4. Diestro: dura cerca de 60 días en la hembra preñada; y cerca de 30 días cuando la gata en estro ovula, pero sin quedarse preñada (pudiendo ocasionar un embarazo psicológico).
  5. Anestro: es la fase más larga, pudiendo durar 90 días, que es cuando el animal no entra en estro o celo y no acepta la aproximación de machos.

Así es como debes calmar a una gata en celo

Como tutores de gatos a veces es inevitable que querramos buscar una solución ante los maullidos constantes y estridentes. El periodo de celo puede llegar a ser muy estresante para las gatas como para los tutores e incluso sus vecinos, sobre todo si la gata no logra aparearse. Aquí te dejamos algunas sugerencias que puedes aplicar para ayudar a tranquilizarla.

  • La mejor opción es la esterilización, previene el estrés del celo, la reproducción desmedida y evita la propagación de plaga felina.
  • Ofrécele una bolsa de agua caliente o una toalla tibia en donde pueda descansar y relajarse.
  • Ayudarse del catnip para que entre en una etapa de ocupación mientras están activos, después podrán relajarse y si lo combinas con la bolsa de agua caliente será mucho mejor.
  • La aromaterapia también ayuda a relajar al gato, deben ser hierbas seguras para el minino, incluso CBD de uso veterinario les ayuda muchísimo, eso sí deberá ser recomendado por su veterinario de cabecera y tendrá que ser específico para animales.

Si piensas emplear estas últimas opciones, recuerda consultar antes con el veterinario de cabecera, pero siendo juiciosos conviene más aprovechar la consulta veterinaria para una esterilización quirúrgica.