Tu cachorro crece tan rápido que, cuando menos lo esperas, ya está dejando atrás esa etapa juguetona (y mordelona) para convertirse en todo un adulto. Este cambio no solo se nota en su energía o tamaño, también en lo que necesita comer para mantenerse sano y fuerte.
Así como los bebés humanos pasan de la papilla a una dieta más completa, nuestros perros también necesitan cambiar su alimentación conforme crecen. Pero no te preocupes, ¡no es complicado! Solo necesitas conocer qué darle en cada etapa y hacerlo con paciencia.
¿Por qué cambiar su alimento?
El cuerpo de un perro cambia mucho entre ser cachorro y adulto, y eso implica necesidades nutricionales distintas. Un cachorro requiere más proteína, grasa, calcio y DHA (un ácido graso omega-3 esencial para su desarrollo cognitivo y visual), mientras que un adulto necesita una dieta más equilibrada que mantenga su peso y salud general.
De acuerdo con la AAFCO (Asociación Estadounidense de Oficiales de Control de Alimentos), el alimento seco para cachorros debe contener al menos 22.5% de proteína y 8.5% de grasa. En cambio, para los adultos, estos porcentajes bajan a 18% y 5.5%, respectivamente. Además, la cantidad de calcio recomendada también disminuye con la edad.

¿Cuándo es adulto tu perro?
Aquí no hay una única respuesta: depende del tamaño de tu perro. Las razas pequeñas maduran más rápido que las grandes. El doctor Guillermo Couto, veterinario experto en nutrición canina, señala que este es el promedio para considerar a un perro como adulto:
- Razas toy: 9 meses
- Razas pequeñas: 10 meses
- Razas medianas: 12 meses
- Razas grandes y gigantes: 18 meses a 2 años
Si tienes dudas sobre cuándo hacer el cambio, lo mejor es consultarlo con tu veterinario de confianza.
Cómo hacer el cambio sin estrés (ni para ti ni para tu perro)
No se trata de cambiar de croquetas de un día para otro. Lo ideal es hacer una transición gradual que dure entre 7 y 10 días. Así evitarás problemas digestivos y ayudarás a que tu peludo se adapte al nuevo sabor y textura.
Empieza mezclando 25% del alimento nuevo con 75% del anterior. A lo largo de los días, ve invirtiendo la proporción hasta que su plato sea 100% de su nueva fórmula. Y claro, sigue siempre las indicaciones del empaque sobre la porción ideal según su peso y tamaño.
No todos los adultos comen igual
Un perro adulto de raza pequeña no necesita lo mismo que uno grande o gigante. Por eso es importante elegir una fórmula que se adapte a su tamaño y estilo de vida. Algunas marcas, como PURINA®, ofrecen opciones específicas con proteínas de alta calidad y ácidos grasos esenciales como Omega 3 y 6.
Recuerda:
- Observa su comportamiento: si ya no crece y está más tranquilo, es buena señal de que alcanzó la adultez.
- No prolongues demasiado la dieta de cachorro: podría llevarlo a subir de peso.
¡El veterinario es tu mejor aliado! Consulta antes de hacer cambios en la dieta.
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Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.