Cuando se trata de nuestros queridos mininos, es fácil pensar que cualquier cambio en su comportamiento puede deberse a algo pasajero. Sin embargo, hay afecciones que pueden manifestarse de formas tan impredecibles que resulta complicado detectarlas a tiempo, como es el caso de la anemia. Este problema de salud en los gatos puede pasar desapercibido, pero conocer sus señales podría marcar la diferencia para el bienestar de tu peludo.
¿Qué es la anemia en los gatos?
La anemia ocurre cuando hay una disminución de glóbulos rojos en la sangre, lo que afecta el transporte de oxígeno en el cuerpo. En los gatos, esta condición puede ser causada por múltiples factores, desde parásitos hasta enfermedades crónicas, infecciones o déficits nutricionales.
La doctora Isabel Ruiz, especialista en medicina felina de la Universidad Autónoma de Barcelona, explica: “La anemia en gatos es compleja porque no siempre muestra síntomas claros y definidos. Un minino puede parecer cansado un día y al siguiente actuar con normalidad, lo que dificulta su diagnóstico temprano”.
A diferencia de otras afecciones, los signos de anemia en los gatos no siempre son evidentes o constantes. Aquí hay algunos síntomas que podrían aparecer:
Falta de energía: Si tu gatito parece más apático de lo usual o duerme mucho más de lo normal, podría ser una señal.
Encías pálidas: Una forma sencilla de verificarlo es levantarle el labio superior y observar el color de sus encías. Si están pálidas en lugar de rosadas, consulta al veterinario.
Pérdida de apetito: La falta de interés en su comida favorita puede ser una alarma.
Respiración rápida: En casos más avanzados, el gato puede jadear o respirar de forma acelerada.
Caída de peso: Esto podría ser gradual o repentino.
Irritabilidad o aislamiento: Algunos gatos prefieren esconderse cuando no se sienten bien.
Este problema puede tener distintos orígenes, entre ellos:
Parásitos: Pulgas y garrapatas pueden causar anemia al alimentarse de la sangre del gato.
Enfermedades infecciosas: Infecciones como la hemobartonelosis pueden destruir los glóbulos rojos.
Deficiencia nutricional: Una dieta inadecuada puede provocar carencias de hierro u otros nutrientes esenciales.
Enfermedades crónicas: Insuficiencia renal o cáncer también están asociadas con la anemia en los gatos.
¿Qué hacer si sospechas que tu gato tiene anemia?
La mejor recomendación es acudir al veterinario. Un análisis de sangre ayudará a confirmar el diagnóstico y determinar la causa. Según el origen, el tratamiento puede incluir suplementos, cambios en la alimentación o medicamentos específicos.
No olvides que cada ronroneo y maullido es una forma de comunicación, así que nunca subestimes las señales que te da tu compañero de cuatro patas. Con el cuidado adecuado, tu felino podrá recuperarse y seguir llenando tu hogar de amor.
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Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.