Sí, lo sabemos. Te cruzas con un perro guía en la calle, se ve tierno, educado y adorable y lo único que quieres es acariciarlo. Pero, por favor, ¡resiste la tentación! Estos increíbles perritos no están de paseo ni jugando: están trabajando, y su labor es vital para la seguridad y autonomía de las personas con discapacidad visual.
¿Por qué no se deben acariciar a un perro guía?
Un perro guía necesita estar 100% concentrado en su tarea. Un gesto tan simple como una caricia puede distraerlo, y aunque no lo notes, eso puede poner en riesgo a la persona que lo acompaña. Imagina que estás conduciendo y alguien te tapa los ojos por un segundo. Así de grave puede ser una distracción para estos peludos profesionales.
Tampoco deberías hablarles, chiflarles ni hacer sonidos para llamar su atención. Aunque parezcan tranquilos, cualquier estímulo externo puede afectar su enfoque. Y ni se te ocurra ofrecerles comida: además de alterar su comportamiento, podrías causarle problemas de salud o arruinar su rutina alimenticia, como señala Infobae.

¿Y si quiero ayudar?
Si ves a una persona con discapacidad visual acompañada de un perro guía y crees que necesita apoyo, ¡perfecto! Pero siempre pregunta primero: “¿Le puedo ayudar en algo?”
Jamás tomes la correa del perro ni intentes guiarlo. El perro guía obedece únicamente a su usuario, y cualquier intervención externa puede confundirlo.
También evita tomar del brazo a la persona sin avisar. La clave está en el respeto y la comunicación.
Educar desde casa
Si tienes peques en casa, enséñales desde temprano que los perros guía no son mascotas comunes. Explícales que están cumpliendo una misión muy especial y que no deben ser molestados mientras trabajan. Así, creamos conciencia desde la infancia.
¿Y si tengo un perro?
Cuando estés con tu mascota cerca de un perro guía, asegúrate de mantenerla bajo control. Un encuentro inesperado puede provocar distracciones o incluso un conflicto entre ambos animales, poniendo en riesgo a la persona con discapacidad visual.
Respetar es incluir
Los perros guía no solo ayudan a las personas a moverse con seguridad: también les dan libertad, confianza y una conexión profunda con el mundo. Al respetar su espacio, estás contribuyendo a una sociedad más empática e inclusiva.
Así que si te topas con uno de estos héroes de cuatro patas, admíralo desde lejos, respeta su trabajo y, si puedes, ayuda con amabilidad.
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Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.