Las patas de pollo se han vuelto populares como snack para perros gracias a su textura crujiente y su contenido de colágeno. Pero, ¿realmente son buenas para ellos? Como con todo lo que va directo al estómago de tu peludo, la clave está en cómo se preparan y con qué frecuencia se dan.
¿Qué beneficios pueden tener?
Las patas de pollo contienen colágeno, glucosamina y condroitina, que ayudan a mantener saludables las articulaciones, especialmente en perros mayores o razas grandes. También son una fuente natural de proteína y calcio si se ofrecen correctamente.
Según el sitio Clarín, “las patas de pollo pueden ser beneficiosas si se dan cocidas, sin sal ni condimentos, ya que aportan nutrientes útiles para el sistema articular y digestivo del perro”.
Además, a muchos perros les encanta masticarlas, lo que también puede ayudar a limpiar sus dientes de forma natural.
¿Y los riesgos?
El mayor peligro está en dar patas de pollo cocidas con hueso quebradizo. Cuando se cuecen a altas temperaturas (como fritas o asadas), los huesos pueden astillarse y causar obstrucciones o lesiones en el tracto digestivo del perro.
Por eso, si las vas a ofrecer, deben estar deshidratadas o cocidas a baja temperatura, y siempre bajo supervisión. Nunca las des directamente del guisado familiar.
El sitio Purina aclara que “los ingredientes de origen animal, como la harina de pollo, aportan proteínas altamente digestibles, pero siempre deben estar procesados de forma segura y balanceada dentro de la dieta del perro”.
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Esto aplica también a snacks caseros: deben complementarse con una dieta equilibrada, no reemplazarla.
¿Cuántas se pueden dar?
Si decides incluirlas en la dieta de tu perro, lo mejor es hacerlo ocasionalmente. Una o dos veces por semana está bien para perros medianos o grandes. En perros pequeños, la cantidad debe ser menor, y siempre ajustando según su peso y nivel de actividad.
Y si tu lomito tiene problemas digestivos, dentales o antecedentes de alergias, consulta con su doctor veterinario antes de darle cualquier tipo de hueso o snack nuevo.
Porque al final, un premio bien elegido no solo lo hace feliz… también puede aportarle salud y muchos lamidos de agradecimiento.
Recuerda que lo publicado en Patas en Casa no reemplaza la opinión de un profesional de la salud animal. Antes de incluir o excluir cualquier elemento de su rutina, acude a un especialista certificado para obtener una recomendación que se adapte a las necesidades específicas de tu perrito o gatito.
